Se habla tanto de este tema y se hacen tantas elucubraciones que todos esperamos con Ansias la «Gran Noticia». La esperada y deseada reforma tributaria en nuestro país.
«Los impuestos no están matando». Frase cotidiana que escuchamos los que nos dedicamos a esta profesión y que no somos ajenos de vivir y sentir. Desde diferentes sectores empresarios se viene reclamando por una modificación en nuestra estructura tributaria. Por lo que representa de manera global como costo para la producción y el comercio y por lo distorsivos de algunos gravámenes a nivel nacional, provincial y municipal. Si bien hay consenso de parte del Gobierno en la gran necesidad de reducir la carga impositiva, «la realidad» es el gran freno. Esta realidad imposibilita que la reforma sea lo que «todos esperan». Por esta razón, recomiendo «Bajen las expectativas» y analicemos la misma.
Obstáculos
Lo que viene sucediendo los últimos años, en lo que se refiere a reforma tributaria, no es más que «parche sobre parches». Esto no es antojadizo. El panorama económico y político de nuestro país presenta dos grandes obstáculos que hacen IMPOSIBLE una reforma tributaria integral y mucho menos brusca. El Déficit Fiscal y el actual nivel de Gasto Público consolidado, en especial en el área social. Con déficit fiscal no existe ningún paraíso. El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, pronosticó que el gasto público, actualmente del 41% del PIB recién en 16 años podría bajar al 33%.
Entonces, entendiendo esta problemática, es claro que la reforma tributaria será gradual. También es cierto que la alta presión fiscal soportada por las empresas y particulares no se soluciona con soluciones gradualistas. Entonces, si no hay margen para bajar la presión fiscal si no se ataca el alto nivel de gasto púbico, que se puede hacer ante este panorama?.
Por lo que se sabe, el gobierno incluirá en este proyecto de reforma tributaria, modificaciones que apuntan a incentivar el aumento de la inversión productiva y del empleo formal. Los lineamientos generales de la inminente reforma tributaria apunta a:
- Reducir distorsiones en el sistema
- Eliminar exenciones y tratamientos especiales.
- Dar mejores condiciones para la generación del empleo y la actividad económica.
Principios fundamentales de la reforma tributaria
Antes de adentrarnos en cuáles serán los impuestos tratados y su alcance, tenemos que entender cuáles son los principios sobre los que se basa esta reforma tributaria:
Tender a fortalecer la equidad de la presión tributaria:
• Reduciendo exenciones y distorsiones del sistema.
• Atacando la elusión y la evasión fiscal.
• Hacer todo lo posible para formalizar la economía.
Profundizar su progresividad:
• Buscar un equilibrio entre la imposición sobre los consumos y la imposición sobre la renta.
Simplificar su estructura y administración:
• Reducir los tratamientos especiales.
• Revisar tributos ineficientes.
• Hacer todo lo posible para facilitar el cumplimiento de los contribuyentes.
Fortalecer la complementariedad y la coordinación a nivel nacional:
• Alinear los objetivos y las propuestas de las distintas jurisdicciones.
Tender al establecimiento gradual de las reformas:
• La reforma deberá ser gradual atendiendo siempre al equilibrio presupuestario.
Reforma Impositiva:
Lineamientos Generales y Precisiones:
Hasta el momento, sólo se conocen lineamientos generales de la reforma impositiva que plantea el Gobierno:
Impuesto a los débitos y créditos bancarios (Llamado «Impuesto al Cheque»):
Coincidimos que se trata de unos de los tributos mas distorsivos que tiene nuestra economía. El gobierno no apuesta a eliminarlo. Se prorrogará hasta el 2019 y al igual que está previsto para las pequeñas y medianas empresas en la Ley Pyme, la idea oficial es que pueda tomarse a cuenta del impuesto a las Ganancias. Siguiendo el esquema de gradualismo, el primer año se podrá descontar hasta el 20% y así sucesivamente hasta llegar a los 5 años. No está dentro del plan eliminarlo porque el objetivo es beneficiar al que cumple y castigar al que evade. Esto en referencia a que muchas personas tienen cuenta bancaria pero aún así no pagan todo lo que deberían.
Impuesto a las Ganancias:
También con este tributo la idea es seguir los lineamientos planteados por la Ley Pyme. Las empresas que reinviertan sus utilidades pagarán menos Ganancias o directamente no pagarán. El mínimo no imponible no se modificará. La idea que dejó trascender hacienda, es que la alícuota máxima pase del 35% al 25%, manteniéndose en el 35% para el resto de las personas jurídicas.
IVA:
No se está pensando en bajarlo, ni siquiera para los productos de primera necesidad. Se busca evitar las distorsiones actuales entre distintos alimentos, teniendo en cuenta que algunos están exentos, otros están gravados al 10.5% y otros al 21%.
Renta financiera:
Lo más complicado es la aplicación del impuesto a la renta financiera. En principio, habría un impuesto del 25% sobre la ganancia que generen los depósitos superiores a los $500.000. El impuesto también afectaría a las Letras del Banco Central de la República Argentina (LEBAC). El tema aún no fue definido por las diferencias que existen entre algunos integrantes del equipo económico.
Ingresos brutos:
Estos cambios deben ser acompañados necesariamente por una reducción de este impuesto por parte de las provincias. Será gradual hasta el 2019 en función del cumplimiento de la Ley de Responsabilidad Fiscal. Este impuesto provincial representa, para todos los distritos, la mayor parte de la recaudación, por lo cual, lo único preciso es que la discusión será ardua y profunda entre el Ejecutivo y los distintos mandatarios. En el Gobierno, están pensando en una especie de Pacto Federal como se firmó en 1993. De esta manera, los gobernadores se comprometan a reducir Ingresos Brutos a cambio de concesiones que haga la Nación. A modo de ejemplo podemos citar, renovación de deudas, mayores fondos para obra pública, etc.
El poder Ejecutivo cree que este esfuerzo para promover las inversiones debe ser acompañado en forma racional por parte de las provincias con reducciones en las tasas de imposición y revisión de los objetos de imposición del impuesto a los ingresos Brutos.
Aportes Patronales:
Entre los ejes más relevantes de la reforma, se encuentra contemplado también una rebaja en los aportes patronales.
Un blanqueo laboral, es otra de las propuestas fundamentales a debatir, que justamente para que sea efectivo, será acompañando por una reducción de cargas sociales. En particular, la intención es reducir los aportes patronales para los sueldos más bajos.
Impuesto Especial al revalúa de Bienes:
Lo más novedoso de la Reforma Tributaria es el Impuesto Especial al Revalúo de Bienes al que algunas empresas entrarán o no, de acuerdo a lo que hayan ganado en los últimos años, pagando una alícuota que irá del 5 al 15%, según el monto y el bien que se quiera actualizar por la inflación acumulada desde el 2001.
Alícuotas:
Bienes inmuebles que no posean el carácter de bienes de cambio: 8%.
Bienes inmuebles que posean el carácter de bienes de cambio: 15%.
Acciones, cuotas y participaciones sociales: 5%.
Resto de bienes: 10%.
Conclusiones Finales
Concluyo como empecé, la realidad supera y frena la necesidad de una postergada reforma tributaria. En mi opinión personal, es importante «Empezar» por este camino y es fundamental entender el contexto de hoy para saber como iniciaremos ese recorrido. Bajar las expectativas no es sinónimo de conformismo, por el contrario, significa no esperar lo que hoy es improbable que suceda.
Publicado por Contadora Nistal Natalia Lorena
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